Maestros en el sur de México están desempeñando un papel crucial en la educación de niños refugiados y migrantes cuyos estudios se vieron interrumpidos al huir de sus comunidades. Con la colaboración de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), estos docentes facilitan la educación de niños hondureños, indígenas, salvadoreños, mexicanos y haitianos, promoviendo un ambiente de aprendizaje que enriquece la diversidad cultural en las aulas.
En el texto publicado por la ONU, la organización destaca palabras de la maestra Cecilia del Carmen Real Magaña, quien enseña español en una escuela secundaria de Tenosique, Tabasco, destaca que la convivencia con niños de diferentes nacionalidades fortalece el aprendizaje y fomenta el intercambio cultural, desarrollando así la sensibilidad hacia los demás.
La situación de miles de niños y adolescentes refugiados, solicitantes de asilo y migrantes ha sensibilizado a los maestros del sur de México. Con la ayuda de ACNUR, estos educadores buscan garantizar que los niños continúen sus estudios mientras sus procesos de asilo avanzan ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados. María Teresa Niño Ovando, maestra en Tapachula, enfatiza la importancia de la educación como un derecho humano fundamental, independientemente de la nacionalidad.
La ley mexicana sobre refugio, protección complementaria y asilo político permite el acceso a la educación de niños y adolescentes refugiados. Aunque muchos maestros han abierto espacios inclusivos, se requieren más apoyos e insumos para mejorar las condiciones educativas en estas escuelas. El derecho a la educación y la inserción escolar son principios básicos establecidos en el Pacto Mundial de Refugiados y el Marco Integral Regional de Protección y Soluciones de la ONU.
ACNUR ha desempeñado un papel fundamental en apoyar a estas comunidades. Tras un diagnóstico exhaustivo en 2019, se identificó la necesidad de infraestructuras educativas más dignas y seguras. La pandemia de COVID-19 empeoró la situación educativa, causando un mayor atraso escolar. En 2020, ACNUR, en colaboración con Educate a Child, llevó a cabo intervenciones y capacitación en escuelas de Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz, beneficiando a más de 80 mil alumnos refugiados y locales con paquetes de útiles escolares.
La inclusión e integración de niños refugiados en las escuelas del sur de México fortalece la convivencia y promueve la aceptación de la diversidad en el aula. Los maestros observan que los niños extranjeros suelen ser más aceptados que los adultos, contribuyendo así a la formación de ciudadanos educados y solidarios. La colaboración continua entre los maestros, ACNUR y otras organizaciones es esencial para ofrecer oportunidades educativas a estos niños, contribuyendo así a su desarrollo y bienestar.
Redacción Encuentro